Felinos de menor tamaño, astutos e independientes
hacen sus vidas en un segundo plano,sigilosos, bajo los coches,
sobre los tejados, entre contenedores de basura, cazadores salvajes afincados en la urbe por doquier.Doble rasero de esta nueva generación que lo quiere todo,
independencia, pero chupando un poco del bote, casi sin que se note,
acumulandose entre las limosnas que dejan los vecinos en la acera de sus casas,
no les importa gastarse unas monedas en hacer sus vidas un poco mas fáciles
a cambio de compañia y algunas carantoñas.
Por otro lado los cánidos, mas parasitarios y torpes, pero fieles y cariñosos,
duermen calentitos en multitud de hogares, comiendo pienso del bueno,
sobras de las buenas, algunos visten hasta de lana, frágiles como porcelana,
paseados como de la manita, tratando de parecer niños buenos,
pero Blacky no hagas esto, Thor no hagas lo otro, Kiara no mees en la puerta del vecino,
no te comas el brazo del sofá, no cruces la carretera sin mirar!
Esos que dan la patita y te acompañan por devoción a cambio de un techo, agua y comida.
Hay otros que ni eso, rabiosos consentidos que no hacen mas que ladrar
y subirse al regazo de su dueña.
Existe una 3ra clase de ellos, los que viven en la calle, los feos, los desafortunados abandonados
o los clásicos de campo que escaparon de su finca o fueron desterrados sin piedad.
Poco duran sobre el frio asfalto, rodeados de dióxido de carbono,inclemencias del tiempo,
niños traviesos o vehículos a toda velocidad, por no hablar de su ineptitud adquirida para cazar.
Eso les pasa por aburguesarse históricamente y olvidarse de sus instintos.
Extrapolando este pequeño análisis a la sociedad humana; qué ven? con qué se sienten identificados?
Aparte de gatos y perros, existen hormigas y cigarras, tiburones y plancton...
Bufones y albañiles, jefazos y voluntariado, mano de obra o intelecto, graciosos aduladores o frios efectivos.
Una vez mas abogo por el término medio, disminuyamos los extremismos,
echemos toda la carne (o verdura) en el asador y mojémonos para conocer
al otro lado de la moneda, al otro bando. Vivirlo desde dentro...de la boca del lobo.
Ese mismo lobo interno que te hace ser voraz para defender lo tuyo, lo tuyo, lo tuyo.
Cada uno tiene su historia.No es fácil ser un lobo, tampoco lo es ser un gato, ni un tiburón, tampoco una hormiga. Que cada palo aguante su vela...
Pero es harto dificil aguantar velas ajenas cuando ni sabemos lo que queremos,
ni conocemos al desconocido, cuando existe inseguridad y rencor en nuestro interior.
No se conoce al lobo sin haber pasado por su boca y haber tenido miedo...y también amor.
