jueves, 26 de enero de 2012

Bohemia aparte


Y ahí te encuentras tirado en la alfombra de tu santuario que es tu habitación, fumando y escuchando buen rock de fondo, observando tranquilo la danza que el humo describe al deshacerse en el ambiente, consumiéndose ese cigarro que parece representar tu vida…
Esa existencia vacía que parece no tener sentido. Quieres hacer algo, pero no te nace, dejas que se consuman los días esperando a sentir alegría el fin de semana para ponerse a ser otra persona al lunes siguiente, alguien renovado, con nuevos proyectos, pero suena el fatídico despertador que con tanta ilusión pusiste la noche anterior y no haces nada. Ves a gente pasar, pero ninguna es para ti...
Consigues un trabajo a duras penas, ahorras un poco y te lo gastas en tus vicios y pequeños o grandes caprichos que tampoco llevan a nada, vale ya, debo cambiar de aires…pero los aires cambian por ti y siguen su curso.
Comes, bebes, trabajas, duermes, te enamores, lo vives, se muere y vuelta a empezar, una vez mas. Peor aun es cuando lo vives tú y la otra persona no.
Piensas, estudias, maduras, conoces algo nuevo que hacer y al rato te vuelves a aburrir y vuelta a empezar.
Placer como medio de vida? O luchas por ser alguien? Qué es ser “alguien”? Te has parado a mirarte el interior? Quién eres? No eres nada. Cero, no existes. Es todo una mentira con mimbres de ficción realista y tonalidades de blanco a negro queriendo ser gris.
Quizás hacer algo por los demás esté bien, pero mientras mas te agachas, mas se te ve el culo y piensas: Se me puso el culo demasiado gordo, tengo que hacer deporte!
Sales a dar unas carreritas, coges la bici y subes la montaña, bebes agua al llegar a la cima y dices: Esto es vida! Bajas emocionado a toda velocidad la pendiente de vuelta a casa y te pegas una hostia que te hace estar lesionado varias semanas…y vuelta a empezar.
Puede que me ponga a coleccionar sellos, pero luego resulta ser una estafa y te quedas con cara de tonto maldiciendo a los cuatro vientos, pero respiras hondo y piensas: quiero reciclar! Pero luego vienen los del camión de la basura y vierten todo el material reciclado junto con el orgánico en el mismo lugar…y vuelta a empezar.
Vale, ahora quiero sentar cabeza, me compro una tele, un coche, una casa y te echas una novia, premio! Hipotecado hasta las trancas de por vida.
Pasan los años, tienes hijos y quince años después, los hijos viven mejor que tú con menos esfuerzo y se ríen en tu cara….Se acabo! Me marcho de casa…y vuelta a empezar…
Me voy a África de voluntario, a hacer algo por los mas necesitados, te sientes genial, realizado, tu vida comienza a tomar sentido, hasta te enamoras de una lugareña, pero cierta noche tranquila en la que estás mirando el firmamento y te sientes diminuto preguntándote qué habrá ahí fuera, eres devorado por una manada de leones hambrientos. Tus sobras servirán de desayuno a las hienas y los buitres que acudieron raudos a la escena. Tranquilo, servirás de buen pasto para los herbívoros que luego vendrán. Fin del ciclo. Has sido muy útil para esta tragicomedia. Enhorabuena……………………………………………………………………………
Varios minutos después de silencio en el disco rallado de tu vida, suena la cara B, te vienen a la mente la tierna e inocente sonrisa de un niño, sonríes con nostalgia de la carta que le escribiste al primer amor, pones esa canción que nunca te cansas de escuchar, que te hace poner los vellos de punta, te estremece, te sostiene en una especie de nirvana personal que nadie mas entiende…y ahí encerrado en tu absurda existencia, vuelves a sonreír y decirte a ti mismo:
Quizás por estos pequeños detalles merezca la pena vivir.